EEMAC: primer servicio Udelar del Interior con diagnóstico con perspectiva de género

DSC 0176 WIntegrantes de la Comisión de Equidad y Género de la Facultad de Agronomía (Fagro) presentaron este jueves en la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (EEMAC) el Diagnóstico Organizacional con perspectiva de género, desarrollado de acuerdo a las pautas del Modelo de Calidad con Equidad de Género, implementado por Facultad desde el año 2012. La finalidad del trabajo es promover una cultura organizacional más igualitaria y equitativa entre hombres y mujeres.
Las ingenieras agrónomas Mónica Cadenazzi y Andrea Álvarez, docentes e integrantes de dicha comisión, y la licenciada en sociología Natalia Guidobono, asesora desde Rectorado, se reunieron con funcionaros docentes y no docentes y estudiantes de la Facultad de Agronomía en la EEMAC para presentar el equipo de trabajo y su rol así como el diagnóstico realizado entre finales de 2018 y 2019.
Sensibilizar, identificar y generar acciones
Conformada dicha comisión en 2014, se desarrolló el primer diagnóstico organizacional con perspectiva de género dentro de Fagro, considerado el primer paso para la implementación de acciones que se entendieron necesarios a fin de transversalizar la perspectiva de género en dicha institución. Más atrás en el tiempo, «por allá por 2005», se conformó una comisión con este mismo espíritu, con integración de estudiantes, funcionarios docentes y no docentes, pero «no tuvo continuidad», recordó Andrea Álvarez.
De acuerdo a lo que expresó la asesora de la comisión, el rector de la Universidad de la República (Udelar), Rodrigo Arim, «está especialmente interesado enDSC 0160 Wque el Modelo de Calidad con Equidad de Género se generalice en toda la Universidad, lo que implica que se amplíe a todos los servicios del interior y la EEMAC es el primero en el interior que tiene su diagnóstico».
Por su parte, Mónica Cadenazzi señaló que el objetivo de este grupo es sensibilizar en equidad de género, identificar aspectos inequitativos y generar políticas que apunten a la igualdad de oportunidades así como a una convivencia dentro de un espacio más igualitario, «formar personas interesadas» mediante diferentes instancias de capacitación y «llevar a toda la comunidad universitaria el mensaje “necesitamos y queremos menos violencia”».
Para Natalia Guidobono es fundamental que varones y mujeres accedan de igual forma a la Universidad y transiten en un plano de equidad por el espacio universitario con las mismas oportunidades, se trate de un ámbito académico, estudiantil, laboral o de investigación.
Los «ambientes hostiles» son capaces de coartar ese acceso y convivencia igualitarios. En ocasiones «las estudiantes dejar de asistir a un curso; a veces las mujeres nos vamos replegando de un lugar de trabajo», advirtió.
«Estamos para escuchar y recibir consultas sobre situaciones de violencia, tanto sea para resolverlas directamente o para derivarlas a otros ámbitos competentes», aseguró Andrea Álvarez.
La EEMAC: pasado y presente
Respecto a los datos del informe organizacional sobre la estación experimental en Paysandú, Guidobono indicó que queda claro que, por un lado, «la EEMAC tiene una historia de discriminación y de actos de violencia en el pasado»; por otro, «por suerte hoy la percepción es que esa situación ha ido mejorando; ahora tenemos que darle un empuje cultural, un cambio en las relaciones entre las personas que permita que realmente pueda llegar a ser un espacio igualitario».
DSC 0147 WSi bien la socióloga se remitió a algunos números resaltó la importancia de las percepciones. Indicó que uno de los datos más llamativos es la distribución de varones y mujeres dentro de la Udelar en general y dentro de la EEMAC en particular. Tomando en cuenta el funcionariado, dentro de la Universidad hay más mujeres que varones. «A nivel país, en lo administrativo, predominan en cantidad las mujeres». Sin embargo, en la EEMAC la cantidad de varones supera a la de mujeres, 64,34 % y 35,66 % respectivamente, tomando en cuenta funcionarios docentes y no docentes. También el número de varones es mayor al de mujeres si se divide este universo en dos grupos, funcionarios docentes (31 mujeres, 43 varones) y no docentes (20 mujeres, 49 varones). En el caso de este último grupo, puntualizó Guidobono, mientras las mujeres se desempeñan en el ámbito administrativo, los hombres se dedican a las tareas rurales. La socióloga considera que lo que opera en esta realidad es la creencia instalada de que «en el campo y con las vacas funcionan los varones”. Sobre estas ideas inexactas la comisión tiene claro que es necesario contribuir a que las mujeres cuyo deseo es acceder al trabajo de campo logren integrarse a este tipo de tareas.
Grupos e instrumentos de trabajo
A nivel de la Udelar, existe la Comisión Central de Prevención y Actuación ante el Acoso y la Discriminación, que depende de Rectorado. La Facultad de Agronomía además de contar con la Comisión de Equidad y Género, tiene dos referentes involucradas directamente con el Mecanismo contra la discriminación, acoso y violencia doméstica, una herramienta que tiene por finalidad pensar acciones a tomar con quien sufre algún tipo de discriminación —no necesariamente tiene que ser una denuncia—, con base a un trabajo que garantiza una absoluta confidencialidad.
El trabajo de campo, el procesamiento y la elaboración del documento que tiene a la EEMAC como protagonista estuvo a cargo de la licencianda Florencia Casarotti. El asesoramiento y los aportes al informe fueron brindados por la licenciada Guidobono. El diagnóstico contó con el aval del Comité de Calidad con Equidad de Género de Fagro.
 
Contactos:
En Fagro: Comisión de Equidad y Género. Contacto: equidadygenero@fagro.edu.uy
Referentes para el Mecanismo contra la discriminación, acoso y violencia doméstica. Contacto: Gilda Rojas grojas@fagro.edu.uy y Andrea Álvarez alvarez-oxiley@fagro.edu.uy
En Udelar: Comisión Central de Prevención y Actuación ante el Acoso y la Discriminación. Contacto: cpaad@oce.edu.uy
 
 
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