El rector de la Universidad de la República, acompañado de un conjunto de decanos y otras autoridades universitarias, visitó este mediodía la Estación Experimental «Dr. Mario A. Cassinoni» (EEMAC). Durante un recorrido por los laboratorios y la Plataforma de Desarrollo e Investigación en Lechería, dialogó con docentes e investigadores de los diferentes servicios universitarios. Posteriormente se realizó un acto en el que se resaltó la presencia de la Universidad en el interior, los avances que ha tenido a nivel país y sus aportes a la sociedad. Por otro lado, las autoridades se refirieron a la preocupación instaurada a partir del proyecto de Ley de Presupuesto Nacional que el Poder Ejecutivo elevó al Parlamento. Luego del almorzar en el comedor de la EEMAC, la comitiva partió a la sede Salto del CENUR Litoral Norte para inaugurar la Plataforma de Investigación y la obra civil del Laboratorio de Virología nivel P3.

 

El rector Rodrigo Arim estuvo acompañado por Rodney Colina, presidente de la Comisión Coordinadora del Interior (CCI); Juan Cristina, prorrectorde Enseñanza; Graciela Carreño, directora del Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte; Liber Acosta, director de la sede Paysandú del Cenur Litoral Norte; Gregory Randall, representante del orden docente del Consejo Directivo Central (CDC); Ariel Castro, decano de la Facultad de Agronomía; Mónica Marín, decana de la Facultad de Ciencias; Maria Simón, decana de la Facultad de Ingeniería; Jorge Xavier, decano de Ciencias Económicas y de Administración y José Piaggio, decano de Veterinaria.

 

Otto Pritsch y Carlos Batthyány, director académico y director ejecutivo del Instituto Pasteur de Montevideo respectivamente; el intendente de Paysandú, Mario Díaz; la diputada Cecilia Bottino; el delegado de la diputación de Paysandú por el Partido Colorado, Ricardo Molinelli y el ex ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, también estuvieron presentes en la actividad desarrollada en Paysandú.

 

Los docentes Guillermo Moyna, Guzmán Álvarez y Mauricio Cabrera guiaron la recorrida por las instalaciones de Polo de Desarrollo Universitario Agroalimentario y Agroindustrial; en tanto el docente Pablo Chilibroste dirigió la visita a la Plataforma de Investigación y Desarrollo en Lechería.

 

Al inicio de su alocución el decano de la FAgro indicó que desde su origen la Estación tuvo una vocación universitaria más allá de la Facultad de Agronomía. Recordó que el P3 y el Polo fueron los dos grandes proyectos iniciales de la Universidad en la región. «Hay muchos de los actores principales de ese proceso presentes aquí hoy. Fue una señal muy fuerte de radicación de recursos humanos de altísima calidad en el interior y no es casual que lo estemos planteando en la EEMAC porque la Estación es el primer hito en ese proceso de la Universidad de establecer emplazamientos universitarios en serio». Ariel Castro mencionó que en la EEMAC hay investigación desde lo más básico a lo más aplicado, vinculada con el sector productivo y la formación, no solo universitaria sino también técnica, refiriéndose a la Tecnicatura AgrícolaGanadera del ITSP. «La EEMAC fue así desde el comienzo, desde que se fundó como Estación Experimental Cassinoni en el año 1963, cuyo nombre que no es casual porque fue impulsada fuertemente por ese rector», aseguró.

 

Castro expresó que la actividad desarrollada sobre el mediodía en Paysandú es importante para ver cómo se deben utilizar los recursos que la Universidad recibe y cuál es el impacto que tiene. Añadió que al inicio de la emergencia sanitaria por el Covid-19 el Departamento de Química del Litoral, radicado en la EEMAC, hizo un relevamiento de todos los equipos que podían servir de respaldo del Laboratorio de Virología de Salto. «Este laboratorio estuvo preparando reactivos y material para el laboratorio que se inaugura en Salto. Esto es parte de la Universidad y todos somos Universidad», concluyó.

 

Graciela Carreño, por su parte, expresó que —fundado en 2015— el Centro Universitario Regional que dirige es nuevo pero comparte con las Estaciones Experimentales de FAgro un ámbito colaborativo, académico, de desarrollo y de servicio hacia la sociedad en su conjunto.

 

El delegado docente por ADUR en el Consejo Directivo Central de la Udelar, Gregory Randall, resaltó que en todo el norte del río Negro —Tacuarembó, Rivera, Treinta y Tres, Rocha, Salto y Paysandú— existe una fuerte presencia de la Udelar. «Si hacemos una visita como esta, se van a sorprender los de adentro y los de afuera».

 

Se refirió a que la Universidad es un proceso de largo plazo y es necesario entenderlo. «El edificio del Polo de Desarrollo Universitario de la EEMAC representa el presupuesto del 2010. Los laboratorios que se ubican en paralelo, en contendedores, donde trabaja la mitad de la gente del Polo Agroalimentario Agroindustrial, son del presupuesto 2015».

 

Asimismo señaló que la mitad de los polos de desarrollo universitarios de Paysandú están emplazados en la ciudad y funcionan con base en elárea de la salud. Existen grupos que trabajan en medicina comunitaria, psicología social, biomecánica, medicina, tecnología médica, entre otras.

El también expresidente de la CCI ratificó que cuando la Universidad propone algo a la sociedad, lo cumple. Dijo que las propuestas de la Universidad son producto de una fermentación interna que está conectada con la sociedad a través de múltiples caminos, especialmente a través de los estudiantes y egresados. «Las comisiones pro-Universidad nos fueron a buscar y nos exigieron que hiciéramos lo que la Universidad hizo. Cuando fuimos al Parlamento en 2010 y afirmamos que si nos daban partidas íbamos a tener 12 mil estudiantes, hoy tenemos 20 mil estudiantes en el interior; dijimos que íbamos a construir y a radicar docentes de alta dedicación, instalar equipamiento científico de primer nivel; la gente no lo podía creer y muchos compañeros de adentro de la Udelar, tampoco. Muchos de quienes nos recibieron hoy en este lugar, son extranjeros que se vinieron a radicar en Paysandú y están hace años», afirmó.

 

Randall —actor clave en el desarrollo de la Universidad en el interior— aseguró que en los centros universitarios regionales se está construyendo una universidad nueva basada en la multidisciplina y la articulación de saberes.

 

«En 2020 el país se dio cuenta de que es maravilloso tener centros capaces de realizar test de Covid-19 en Rocha, Tacuarembó y Salto. Puedo asegurar que si la Universidad no lo hubiera propuesto y no lo hubiera hecho contra viento y marea, no tendríamos en ninguna parte del país la capacidad de hacerlo. Y el desarrollo de estos laboratorios fue gracias a la inversión universitaria, nadie más nos dio apoyo».

 

Refiriéndose al aumento cero del presupuesto para la Udelar, también señaló que las decisiones negativas afectan en el largo plazo y que es una ilusión creer que «acá paramos y dentro de cuatro años retomamos donde quedamos. Las cosas se van poniendo viejas, la gente se desanima y se va y las capacidades que tenemos instaladas desaparecen y luego hay que reconstruir. Ojalá repitamos más este tipo de visitas en todo el país para entender lo que tenemos y no lo dejemos morir», finalizó.

 

El rector retomó la idea de que la construcción universitaria es de largo plazo. Expresó que en la estación experimental de Paysandú conviven dos capas de construcciones institucionales: «aquellas que se hicieron lugar en la década de los sesentas —años también complejos y de crisis, donde la Universidad de la República decidió hacer una apuesta a construir una estación experimental como la que hoy estamos recorriendo— y aquellas que se decidieron a hacer hace menos de una década. En este espacio físico conviven esos dos espacios históricos de construcción universitaria, con dos hilos conductores que conectanesas dos épocas: construir universidad, radicando recursos humanos; y recursos científicos». Esto implica hacer y recorrer el camino largo: generar los incentivos para que jóvenes investigadores —y no tan jóvenes— decidan radicarse en el territorio y radicar recursos para construir infraestructura científica de primer nivel.

 

Rodrigo Arim también se refirió a la construcción desde la diversidad: «acá conviven espacios y áreas de investigación distintos, en una lógica de campus que en Montevideo no tenemos. Construyen planes de investigación conjuntos, intentan responder preguntas relevantes para el país y para la construcción científica en general y también hacer ciencias básicas».

 

Para el rector es particularmente relevante que la sociedad pueda valorar aquello por lo cual los universitarios sienten orgullo: la presencia de investigadores en pleno desarrollo de programas de investigación, su vínculo con el medio y la extensión universitaria desde el territorio.

 

El Poder Ejecutivo —expresó—, emitió un mensaje presupuestal: «el valor que le otorga a estas iniciativas y al proceso de consolidación que requieren es cero». Subrayó que la negativa al incremento del presupuesto por los próximos cinco años condiciona las oportunidades objetivas de seguir construyendo universidad y apostando sobre lo que ya se logró.

 

«En alguna medida hemos construido la cimentación de cosas muy importantes que pueden pasar en el Litoral y en el resto de país. Pero en realidad el escenario que estamos construyendo es de frustración, donde la señal que le damos a aquellos que decidieron hacer una apuesta de largo plazo en sus vidas a partir de políticas públicas institucionales, es que el país no valora ese esfuerzo. No vamos a seguir construyendo comunidad universitaria, no va a haber más jóvenes integrándose al plantel docente, generando esos relevos imprescindibles para sostener la calidad de la vida universitaria».

Para el rector los uruguayos debemos preservar lo logrado y continuar avanzando en la generación de nuevas ofertas educativas, además de brindar a los jóvenes investigadores que se han postulado al régimen de dedicación exclusiva —principal instrumento que tiene el país para fomentar la investigación—la oportunidad de poder acceder a ese beneficio.