Este jueves 2 de diciembre de 2021 en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) tendrá lugar la última etapa de Ganaderos Familiares: un tesoro bajo el cielo celeste. Se trata de una mesa redonda en la que las instituciones participantes comenzarán con una puesta a punto de los aportes del proyecto, más conocido por su nombre corto, Ganaderos Celestes, y seguidamente discutirán las posibilidades de escalamiento.

 

Presentada por primera vez en 2018 y completada su ejecución recién este año —debido al retraso impuesto por el avance de la pandemia por COVID-19—, la experiencia piloto de integración de niveles educativos, fue implementada a través de un acuerdo entre la Facultad de Agronomía (Fagro) de la Udelar y el programa Conciencia Agropecuaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el MGAP, con la colaboración de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR).

 

Surgió a partir de los resultados de una línea de investigación-acción realizada durante décadas en la Estación Experimental «Dr. Mario A. Cassinoni» (EEMAC) sobre la resistencia de la producción familiar en la ganadería uruguaya.

 

En el presente año lectivo, participaron cien estudiantes de liceos y escuelas técnicas urbanas de Salto, Paysandú, Río Negro y Tacuarembó, que trabajaron distintos ejes temáticos en torno a la producción ganadera familiar, articulados con otros grupos de estudiantes y docentes de varios servicios y sedes de la Udelar.

 

Los estudiantes de enseñanza media involucrados en el proyecto asisten a la Escuela Técnica Superior de Paysandú, Liceo Nº 7 de Salto, Liceo Nº 2 Timbó de Young (Río Negro), y Escuela Técnica Superior de Tacuarembó. Los ganaderos celestes referentes del proyecto fueron productores ganaderos familiares vinculados a las Sociedades de Fomento Rural Basalto Ruta 31, San Javier y Ofir, Santa Blanca y la zona de Guichón.

 

«En cada territorio contamos con la colaboración de la institucionalidad agropecuaria y otros actores. Estudiantes de varias escuelas agrarias fueron anfitriones en sus centros de enseñanza y recibieron a sus pares urbanos propiciando instancias de diálogo campo-ciudad. Varios profesionales dieron charlas sobre distintos temas», comentó Virginia Rossi, docente responsable y coordinadora de Ganaderos Celestes.

La actividad de este jueves servirá además para que las autoridades del MGAP, del Codicen de la ANEP y de la Udelar conozcan el principal producto del proyecto, una colección de cinco videos (uno por eje temático y otro que recoge la metodología del proyecto) que rescatan las buenas prácticas utilizadas para articular niveles de enseñanza así como territorios urbanos y rurales, en torno a un proyecto de conciencia agropecuaria.

 

Será una posibilidad para que cada institución transmita su impresión acerca del impacto del proyecto y comparta ideas sobre una posible ampliación de la experiencia a otros centros educativos y territorios del país.

 

La mesa redonda comenzará a las 17.30 horas y será transmitida en directo a través del canal de YouTube del MGAP. Para verla, seleccione AQUÍ.

 

Días pasados unas 180 personas se dieron cita en la Escuela Agraria Guaviyú para ser parte del encuentro de centros educativos. Los estudiantes de enseñanza media presentaron sus experiencias a lo largo de cinco meses así como los resultados de su investigación, ante un público compuesto por docentes universitarios, productores ganaderos familiares, representantes de Sociedades de Fomento Rural, maestros y alumnos de escuelas rurales así como autoridades del MGAP, FAO, ANEP, CNFR y Fagro.

 

Juntos reflexionaron e intercambiaron sobre el proceso y las delegaciones de los diferentes departamentos pudieron conocerse y compartir un almuerzo campestre.

 

El decano de Facultad de Agronomía, Ariel Castro, expresó en esa instancia que lo que se vivió es el resultado de un diálogo entre habitantes del campo y la ciudad, y que dicho diálogo no es solo juntar personas sino «poner en funcionamiento mucho conocimiento para que en ese encuentro las dos partes aprendan y sea posible construir un nuevo conocimiento». También remarcó que ello es posible gracias a los «años de trabajo en proyectos de extensión, con productores, con colectivos organizados y con participación de estudiantes y docentes y que son la trama sobre la que se construye este tipo de proyectos».

 

«La cultura ganadera familiar es uno de los tesoros que tenemos en nuestro país y la queríamos dar a conocer», señaló Virginia Rossi. Se apuntó a la concientización sobre la importancia del sector agropecuario, a la aproximación a la identidad productiva de los ganaderos familiares, a su rol en la generación de alimentos, a su aporte en el cuidado de nuestros pastizales y el valor de su trabajo cotidiano, de gran valor tanto para la economía nacional como para el mercado mundial. «Esta imagen de los ganaderos celestes está vinculada a la camiseta celeste, que se lleva puesta en lo deportivo y en este sector tan importante, donde uruguayos y uruguayas son ganaderos familiares».

 

La experiencia posibilitó no únicamente concretar el acercamiento entre jóvenes urbanos y rurales sino además amplificar el rol delas organizaciones territoriales, en particular de las sociedades de fomento rural agrupadas en la CNFR.

 

En cada centro educativo de enseñanza media se trabajaron distintos ejes temáticos en torno a la producción ganadera familiar: alimentación, salud, bienes culturales y biodiversidad.

 

Los estudiantes del bachillerato turístico de Paysandú abordaron la ganadería familiar en torno a los bienes culturales. Junto a estudiantes de la Tecnicatura en Bienes Culturales y la Tecnicatura de la Imagen Fotográfica reflexionaron sobre cómo sería trabajar como agentes turísticos en el área protegida de Montes del Queguay.

 

Los liceales salteños estudiaron los sistemas de salud de las localidades rurales y trabajaron desde varias aristas con ayuda de los tutores de las licenciaturas en Psicología.  Se trasladaron a Paysandú para conocer la Sociedad Fomento Rural de Santa Blanca, donde dividieron en tres el tema salud: asistencial, medicina natural y enfermedades zoonoticas.

 

Junto a la Tecnicatura en Desarrollo Regional Sustentable y la carrera de Técnico Operador de Alimentos, los alumnos de Tacuarembó y sus tutores trabajaron la alimentación e indagaron sobre la producción de alimentos y su conservación por parte productores ganaderos del basalto, en poblados en los que no hay servicio de luz eléctrica.

 

En Río Negro los jóvenes trabajaron en torno a la biodiversidad para lo cual viajaron a San Javier. Visitaron el área protegida Esteros de Farrapos y junto a los guardapaques recorrieron senderos. Vieron cómo los productores entran el ganado a pastorear en determinados momentos del año, para de esa manera, hacer posible la convivencia del área protegida con la ganadería. Algunos trabajaron sobre la medicina natural e indagaron sobre prevención y cura de enfermedades. Conocieron una quesería y observaron algunos procesos de producción. También se interiorizaron sobre la diversidad cultural de la zona, incluyendo la comunidad rusa en Colonia Ofir y sus costumbres.

 

Todos ellos llevaron adelante salidas didácticas y entrevistas en el marco de las  actividades de investigación en los distintos territorios. «Aspiramos que a través de los productos concretos que van a presentarse el 2 de diciembre, en función de los resultados de esta experiencia, se pueda pensar su escalamiento en otras zonas del país adaptándolo a situaciones concretas de cada lugar». Para ello es fundamental contar con el apoyo de las Comisiones Descentralizadas de ANEP, que coordinan las Unidades Coordinadoras Departamentales de Integración Educativa (UCDIE) en cada departamento. «A nosotros nos permite tener ámbitos de diálogo que puedan atravesar estos niveles educativos y buscar las mejores asociaciones entre los centros de enseñanza urbanos, las organizaciones rurales y las sedes universitarias», subrayó.

 

Ganaderos Celestes fue presentado en la Mesa Ganadera de Campo Natural y en la Mesa de Desarrollo Rural de Río Negro, entre otras, con la convicción que desde allí pueden surgir varias colaboraciones. «Hay muchos actores que seguramente van a mostrar interés en colaborar en proyectos de este tipo y que podrán aportar estrategias de escalamiento», auguró. Finalmente Rossi agradeció todas las «colaboraciones incondicionales» recibidas para avanzar en cada etapa del proyecto.