«Cuando por fin logramos concretar una obra como esta, tenemos que valorarla y colectivizar la celebración», indicó el director de la Estación Experimental «Dr. Mario A. Cassinoni» (EEMAC) de Facultad de Agronomía (Fagro). Unas sesenta personas entre funcionarias y funcionarios técnicos, administrativos y de servicios (TAS) y docentes participaron de la inauguración de un edificio que cuenta con vestuarios, duchas, gabinetes higiénicos, una tisanería y sala comedor y dos espacios, uno de los cuales será destinado para uso gremial de Affayd.

 

 

Durante una breve oratoria, el director de la Estación, Luis Giménez, remarcó que en ocasiones no es posible concretar algunas obras y la causa no es la desidia o el desinterés de las autoridades. Explicó que la realización de obras dentro de la Universidad de la República (Udelar) es un camino largo y para nada fácil, que implica priorizar necesidades y que tiene una etapa técnica en la que intervienen arquitectos de la Facultad y de la División General de Arquitectura (DGA) de la Udelar. El proceso también incluye la elaboración de un proyecto que también es revisado por la comisión de Obrad de la Facultad, la División Contaduría del servicio y más tarde necesita la aprobación del Consejo de Facultad. En la medida que se aprueban todas estas etapas, se da paso a la licitación de la obra a las empresas oferentes para posteriormente evaluar si los recursos existentes permiten cubrir los costos. «Muchas veces sucede que no hay presupuesto para determinada proyecto y hay que esperar más de un año para realizar la adjudicación», indicó.

 

«En la EEMAC tenemos infraestructura que supera los cien años y muchas cosas necesitan refacción pero también hay que comprender cómo son los procesos y que no siempre tenemos la posibilidad de concretar las prioridades debido a la falta de presupuesto».

 

Luis Giménez sostuvo que haber escuchado las necesidades de cada colectivo de la EEMAC —estudiantes, docentes y funcionariado TAS— le permitió tomar decisiones respecto de la prioridad de las obras. Atendiendo las necesidades de desarrollo académico de un grupo docente joven y pujante, se refaccionó lo que se conocía como «Iglú» para transformarlo en el actual edificio de Protección Vegetal, dotado de oficinas, sala de reuniones y servicios higiénicos. Seguidamente y contemplando las necesidades de alojamiento de estudiantes, se realizó una intervención en el pabellón Nº1. «Para nosotros era importante orientar parte de los fondos disponibles para acondicionar uno de estos pabellones» y mejorar las condiciones de alojamiento de los jóvenes que elijen la EEMAC para continuar su trayectoria educativa. Por estos días también se están realizando reparaciones en el pabellón Nº 2 de manera, de continuar recuperando progresivamente los edificios para las y los estudiantes.

 

El director remarcó los trabajos de refacción que se están llevando adelante en la cocina comedor instalada en el centro del casco, una demanda común a todos los colectivos de la EEMAC. Informó que si bien lo urgente era cambiar el techo de la cocina, en diciembre próximo la intervención se extenderá para poder recuperar el comedor, los baños y parte del edificio de la Administración. «Eso es pate de un proyecto integral que abarca a un espacio que usamos todos».

 

 

Asimismo recordó la construcción desde cero del edificio para Vigilancia, que ha permitido a las y los funcionarios de esa sección el cumplimiento de sus tareas de una manera digna, segura y más cómoda. «La garita, al igual que este espacio que inauguramos hoy, fue una obra fuertemente demandada por el gremio del funcionariado TAS y que nos costó bastante poder concretar. Logramos una vigilancia de lunes a domingo, las 24 horas, en mejores condiciones porque sin dudas era necesario».

 

Sobre el nuevo edificio, inaugurado sobre el tórrido mediodía del viernes 23 de febrero, Giménez dijo que viene a dignificar la tarea sobre todo de las y los funcionarios de agricultura y a revertir la situación de precariedad en la que trabajaban. «Fue una obra resistida dentro de Facultad, no fue fácil concretarla pero entendimos que no se podía seguir en esas condiciones y finalmente se logró».

 

En representación del gremio de funcionarios TAS de la EEMAC, Affayd Paysandú, Ernesto Laca, indicó que tras muchos años peleando para tener un lugar digno para los funcionarios TAS, llegar a este momento es emocionante. «Pasar de tener secciones que trabajaban en condiciones para nada dignas, dentro de espacios muy reducidos, sin equipos de aire acondicionado, usando baños compartidos por muchas personas a tener vestuarios y duchas apropiadas, casilleros para guardar las pertenencias, una sala comedor donde calentar alimentos, con heladera donde enfriar una botella de agua, jarra eléctrica, un equipo de aire acondicionado, es lo que reclamábamos». Es un derecho que todos los funcionarios merecen tener, condiciones de trabajo dignas, añadió.

 

Si bien la garita de vigilancia no tuvo una inauguración también es una obra de gran importancia, dijo, debido a que el personal afectado a esa tarea ha dejado de correr los riesgos a los que estaba expuesto en las casetas donde trabajaban a causa de su ubicación, bajo árboles añosos y de gran porte.

 

Expresó que además de comprar algunos electrodomésticos para uso de esa sección, Affayd Paysandú también equipó en gran parte el nuevo edificio. Los compañeros estrenan las instalaciones y también una mesa, heladera, microondas, jarra eléctrica y equipo de aire acondicionado. Laca celebró que una de las salas se haya destinado para uso gremial, donde se podrá seguir intercambiando ideas, discutiendo propuestas, relevando necesidades y luchando para defender los derechos laborales del colectivo TAS. «Estas luchas de años y años que a veces cansan, tienen sus resultados, tienen sus beneficios», concluyó.

 

 

También en representación de Affayd Paysandú, Juan Miñan remarcó que la obra no se hizo con fondos sindicales y valoró que institución haya considerado las necesidades planteadas por el colectivo TAS. Afirmó que es parte de una reivindicación de mucho tiempo orientada a lograr los espacios para los sindicatos, «es el reconocimiento institucional hacia una organización». Finalmente recordó que apenas culminada la dictadura, en el mismo espacio donde este viernes se desarrolló la inauguración, no sin temor los trabajadores se reunían tímidamente. «Uno de los grupos que se fue formando fue la comisión de vivienda. Yo tengo un acta manuscrita que se elaboró en aquél entonces que da cuenta de que retomamos el objetivo frustrado de los funcionarios ferroviarios de crear una cooperativa (Covife)». Miñan recordó que muchos compañeros vivieron ahí y otros hoy día residen en viviendas de esa misma cooperativa ubicada en la zona norte de Paysandú.

 

En el marco del mes de la mujer, este 20 de marzo se presentará una edición especial de la revista Cangüé de la EEMAC (Fagro), denominada «Mujeres a la intemperie. Historias de mujeres rurales».

 

En la sala «Luisa Cuesta» de la Facultad de Ciencias Sociales, de 14 a 15.30 horas, se darán a conocer los resultados de este trabajo cuyo propósito es dar visibilidad a las trayectorias vitales de siete mujeres rurales uruguayas y su rol activo en la sostenibilidad de la vida. El proyecto surgió como una inquietud colectiva de un grupo de mujeres docentes de la Universidad de la República que, por experiencias personales, trayectorias académicas y militancia, busca rescatar testimonios de lucha por los derechos de las mujeres que viven y trabajan en el campo.

 

La actividad es organizada por docentes de Facultad de Ciencias Sociales, Facultad de Agronomía y Centro Universitario Regional (CENUR) Litoral Norte. Contará con la participación de la decana, Carmen Midaglia y la intervención de las protagonistas de las historias de vida. La presentación estará a cargo de Paola Mascheroni, en tanto los comentarios serán tarea de Carmen Beramendi.

 

La actividad se realizará en modalidad híbrida: presencial y con transmisión vía Zoom.

 

Respuesta de cultivo de maíz a distintos antecesores se denomina una nueva jornada de campo y salón sobre cultivos de servicio que se llevará adelante en la Estación Experimental «Dr. Mario A. Cassinoni» (EEMAC) de la Facultad de Agronomía.

 

La actividad se concretará el jueves 29 de febrero, desde las 16 horas, y contará con una parte de salón y otra de campo, a cargo del Ing. Agr. (MSc) Santiago Álvarez Durán.

 

Se difundirán los resultados globales del proyecto FPTA 357, con foco en el servicio ecosistémico «aporte de nitrógeno». Luego se realizará un taller con los técnicos y productores asistentes con foco en la incorporación de cultivo de servicio (CS) de base leguminosa en las secuencia de cultivos. Por último se recorrerá un experimento sembrado con maíz con distintos antecesores de CS.

 

La actividad es abierta a productores y técnicos, organizada por la Ausid y la EEMAC, con apoyo de INIA y Copagran.

El joven biólogo brasileño Emanuel Rodrigues Ribas Gama visitó la EEMAC donde colectó coleópteros (escarabajos y cascarudos), junto al docente de Fagro Ing. Agr. Horacio Silva.

 

 

Emanuel es egresado de la Universidad Federal de Santa María y recientemente concluyó su maestría en Zoología en la Universidad Federal de Mato Grosso. Tiene experiencia en investigación y trabaja en taxonomía, mayormente con Scarabaeidae, familia de insectos que pueden ser plagas o descomponedores de materia orgánica. Identifica y describe nuevas especies y organiza esa diversidad en grupos que tienen elementos en común.

 

Durante la semana que estuvo en la EEMAC colectó insectos con intención de identificarlos y conocer sobre la diversidad en Uruguay. En su trabajo cuenta con el apoyo del curador de la mayor colección de Coleoptera de América Latina, Fernando Zagury Vaz de Mello, profesor con quien desarrolló su maestría. “Trabajo con bichos pequeños llamados detritívoros, que se alimentan de materia orgánica en descomposición, por ejemplo de heces de ganado, permanecen en hormigueros, debajo de árboles muertos”.

 

El pesquisador de 25 años calificó su experiencia en la EEMAC como muy buena, donde encontró “gente receptiva y amable”.

 

Contrario a lo que suele ocurrir en esta época del año, según le comentaron, localizó menos ejemplares de los que esperaba. Sí halló “en gran cantidad, dos especies introducidas de África en bosta de ganado”, aunque desconoce cómo y cuándo fueron introducidas al Uruguay.

 

Su mayor plan para este año es iniciar estudios de doctorado en el estado de Mato Grosso.