“La demanda del curso es alta”, tanto así que en esta edición se debió cerrar la inscripción, y “eso habla de que hay una necesidad en el medio”, de acuerdo a lo que evaluó, uno de los organizadores, Jorge Gil.

El docente de la Facultad de Veterinaria (Fvet) manifestó a la Unidad de Difusión de la EEMAC que a nivel productivo “hay gente que necesita los inseminadores y los quiere cuanto antes. Acá en Paysandú y en torno a la estación experimental hay una población que está muy abierta y sensible al aprendizaje”. Si bien reconoció que no todos quienes han tomado este curso trabajan como inseminadores, aseguró que les ha servido para vincularse con el sector productivo y educativo. Culminada esta capacitación, muchos participantes que realizan carreras cortas o cursos breves, quedan con ganas de continuar estudiando. “Algunos siguen estudiando Veterinaria; hay varios que llegan de Agronomía y otros que están en duda respecto de si hacer Agronomía o Veterinaria. Esto puede ser una oportunidad para definir su camino”, declaró. En el presente año se inscribieron menos estudiantes de veterinaria que en las últimas ediciones; y del grupo de alumnos que pertenecen a dicha facultad, la gran mayoría cursa el primer o segundo año. El grueso de la gente inscripta, está vinculada a estudios agrarios. Este año hubo un participante colombiano y en ediciones anteriores se interesaron estudiantes españoles que se encontraban en nuestro país ocupados en alguna experiencia en el área de producción animal, en su mayoría, lo que constituye un elemento dinamizador.

Año tras año, un importante número de personas termina desempeñándose como inseminadores, sea por su edad o por su asociación con el trabajo rural. El doctor en Ciencias Veterinarias entiende que la estación experimental, la Universidad, se beneficia con estas propuestas educativas en tanto fortalecen el vínculo con el medio.

En cuanto a las prácticas, el doctor Serafín Ceriani, también organizador, comentó que en esta edición se dividieron en grupos de cuatro personas,y cada equipo trabajó con un instructor. La primera práctica de canulación se realizó en órganos de matadero y desde la segunda, en bovinos de la EEMAC y de establecimientos privados cercanos, lo que se repitió en la segunda y tercera jornada.

El curso también incluyó charlas de salón, como la que estuvo a cargo del propio Ceriani, sobre el manejo de termos y descongelado de semen, que se complementa con la práctica de descongelado y armado de inyectores y preparación del semen para inseminar.

Durante la repetición de esta técnica en animales, “tratamos que los inseminadores que actúan como instructores transmitan a los estudiantes cómo es el trabajo diario en el establecimiento pensando en una inseminación. Algo que determina el éxito o el fracaso de una técnica es que todas las partes estén alineadas, que todos trabajen en pro de un buen resultado. El buen relacionamiento con la gente del establecimiento, con los productores, es importante, sobre todo en predios ganaderos que muchas veces están alejados de los centros urbanos, donde los inseminadores conviven muchos días con el personal del establecimiento”.

Culminado el curso, los mismos instructores o veterinarios de la zona se encargan de gestionar actividades prácticas en predios particulares a fin de que los estudiantes del curso realicen inseminaciones acompañados por personas que tienen muchos años en la práctica de canulación de bovinos.

El doctor agradeció a los propietarios de los predios privados que pusieron a disposición sus instalaciones y animales, al personal de los establecimientos que colaboró para que pudieran desarrollarse las prácticas y a los funcionarios de la estación experimental que acompañan siempre como instructores de los estudiantes.

Sobre el final de la última jornada del curso, participantes, instructores y organizadores evaluaron las fortalezas y debilidades de la propuesta.

Jorge Gil indicó que está pendiente el curso de inseminación artificial en ovinos debido a la baja población de estos rumiantes en la EEMAC, escenario que se está revirtiendo. Apuntó que este año van a llegar ovinos que serán involucrados en un nuevo proyecto que asegurará el aumento de esta población animal en la estación así como la oferta de este curso a partir de 2018 y el curso de ecografía en ovinos. Con respecto a este último, añadió, es importante no solamente el diagnóstico de preñez sino además de carga fetal (de mellizos o gestación múltiple) que permite la diferenciación en el manejo para uno u otro caso.

El docente adelantó que es muy probable que a mediados de este año, la Fvet brinde en la EEMAC un curso de ecografía en bovinos.